jueves, 2 de febrero de 2012

En la cama con la muerte, de Luis Alberto de Cuenca

Luis Alberto de Cuenca, Ediciones de la Isla de Siltolá, Colección Anejos de Siltolá, Sevilla, 2011.  69 pp.
 


La última entrega de la colección Anejos de Siltolá  es En la cama con la muerte, de Luis Alberto de Cuenca.  Junto a una selección de 25 poemas de tema fúnebre, podemos disfrutar de las fotografías de Miguel Fernández-Pacheco y Marcela Lieblich, formando un volumen de soberbia factura.

La poesía de Luis Alberto de Cuenca bebe, como él mismo reconoce, de la Antología Palatina, colección de epigramas de época helenística y romana.  Algunos de los epigramas más hermosos eran, precisamente, los funerarios.  A pesar de su temática, el libro dista mucho de resultarnos tétrico u oscuro; al contrario, junto a la tristeza (“Cuando Shakespeare murió, ya estaba triste”) está la memoria (“Cnoso”, “Sueño de mi padre” o “Cuando pienso en los viejos amigos”) que deja en el autor –y en el lector- “la extraña sensación de no sentirme solo/ y la complicidad de una franca sonrisa”.

El libro es también una invitación a la vida (“Collige, virgo, rosas”) y una mirada sobre la muerte llena de estoicismo y elegante nostalgia, y no exenta de un canallesco sentido del humor que no acepta tabúes.  Incluso el suicidio es susceptible de ser tomado con ironía y la muerte puede ser una amante en cuyo lecho nos sorprendan; y es que, como dice el autor “el amor y la muerte han estado muy cerca desde el principio”. Así nos lo expresa en la soleá  cuyo último verso da título al libro: “Maldita sea mi suerte/ mi novia me ha sorprendido/ en la cama con la muerte”.

En el fondo, una publicación para el placer.  


Publicado en la revista Artes&Letras, nº 367, 02/02/2012
Suplemento cultural del periódico Heraldo de Aragón