sábado, 22 de enero de 2011

También mueren caballos en combate (Julio Martínez Mesanza)


La fotografía es de Rob.  Está tomada de aquí.
  
Hace muy pocos inviernos, buscando para mi hijo un poema sobre caballos, me encontré con este:

  También mueren caballos en combate,
y lo hacen lentamente, pues reciben
flechazos imprecisos. Se desangran
con un noble y callado sufrimiento.
De sus ojos inmóviles se adueña
una distante y superior mirada,
y sus oídos sufren la agonía
furiosa y desmedida de los hombres.


Lo llevé rondando en la cabeza muchos días, con una imagen de caballos galopando entre la niebla, algo así.  Recordé vagamente el comienzo de una serie que yo creía de finales de los ochenta, pero no recordaba su título.  Hace poco encontré esas imágenes.  Al volver a verlas, pensé que tal vez había deseado entonces leer un poema que ya estaba escrito aunque yo no lo supiese. 

Lo curioso es que, después de leerlo, nunca pensé en caballos muertos, sino en un rumor de galope que ni siquiera necesitaba el adorno de la alegría.  Tampoco el de la tristeza.  Solo esa fuerza cierta y delicada, esa belleza limpia recorriendo la niebla del pensamiento.